5 Claves para ser feliz en Navidad
Bienvenido diciembre, bienvenida Navidad. Ese mes controvertido que no deja indiferente a nadie. Te encanta o lo odias, pero todos tenemos un sentimiento frente a diciembre. ¿Por qué?
Diciembre es un mes de muchas expectativas. Se nos ha inculcado que sea un mes familiar, de felicidad y de cero conflictos. Eso puede aliviar, pero también estresar. Parece que tenemos que hacer un paréntesis en nuestras vidas y que todo pare. Cuando en realidad, por mucho que sea diciembre, seguimos viviendo, nuestros asuntos no se paran porque nuestra vida tampoco. A veces cuesta romper esta expectativa impuesta frente a la realidad. Por eso, quiero compartir con vosotros algunos consejos.
Consejos para llevar mejor la Navidad
1. ¡Cada familia es un mundo, ¡y qué!
Cada familia es diferente. Aquella imagen de película americana de una familia con muchísimas personas alrededor de una mesa, todos bellísimos, sanísimos, felices, queriéndose muchísimo, sin conflictos y con una sonrisa perfecta, no es otra cosa que una película. Hay familias que son así, y otras que no lo son. Y todas las familias tienen su magia y su amor. No hay ninguna que sea mejor que otra. El número de personas que la formen, la mayor o menos afinidad entre ellos, y otras muchas características típicas de las películas, no la hace mas o menos valida, ni mejor. Ninguna esta bien ni esta mal. Es una realidad que a veces se nos olvida por la continua exposición de imágenes sociales de como debe o no debe ser una familia. Acepta que esa es tu familia, y hay muchas familias que comparten las mismas características que la tuya.
2. Siente qué necesitas para ser feliz
En Navidad nos autoimponemos deberes y responsabilidades: cenas, quedadas, reuniones, comidas, cenas, decorar la casa…Esa imposición puede llegar a ser tan grande que se nos olvida que necesitamos. De ahí, que a veces nos sintamos frustrad@s, cansad@s e incluso enfadad@s con nosotros mismos por no ir en línea con nuestros valores y sentimientos. Si sientes que te aborda ese malestar: Para. Simplemente siente qué necesitas. Por ejemplo cuando tienes que ir a ver un mercado de Navidad o una cena, pero no te apetece. Simplemente sé consciente de ello. Puede que no tengas opción y tengas que ir. Pero almenos te estarás haciendo responsable, y evitaras tener esa sensación de sentirte fatig@ sin saber por qué.
3. No “debes” estar feliz en Navidad
Estás en constante cambio, no eres una foto. Al igual que durante el resto de tus días, Navidad no es diferente. Hay días que estás más feliz, más energétic@ y hay días que no. Y no pasa nada. Ese es el proceso normal y común de cualquier persona. Porque las personas estamos en constante cambio. Eso significa que, si no te apetece estar content@ o estar feliz, no lo tienes porqué estar. No es un deber. Ese deber puede causarte mayor frustración y que incluso sientas sentimiento de culpa: “debería sentirme feliz”, e incluso que divagues en porqué no te sientes feliz. El porqué no es importante, lo importante es cómo. Permítete sentir lo que necesites sentir, y no importa que sea verano o Navidad.
4. Somos perfectamente IMPERFECTOS (y en Navidad también)
El estrés aumenta cuando queremos ser perfectos, hacer la mejor cena, comprar la mejor comida, hacer feliz a todo el mundo, hacer el mejor regalo, tener un detalle con todos, etc. Esa idea de perfección asociada a la navidad, puede causar estrés. Deja a un lado la perfección de tus deberías, las modas consumistas que solo quieren alejarte de tu felicidad y bienestar. El mejor regalo que le puedes hacer a alguien es tu tiempo. Cuando sientas esta presión piensa por un lado si es realmente una necesidad tuya o de los demás. A veces, nos autoimponemos deberes que pensamos que los demás esperan de nosotros, y en realidad es nuestra imaginación. “Tengo que hacer la mejor cena”. ¿Tienes o quieres? Si logras romper esta rigidez y presión en Navidad, lograras disfrutar de estas fechas mucho más.
5. Descansa en Navidad
Si no controlamos algunos de estos efectos de estrés, angustia y nervios, las navidades pueden dejarnos agotados. La Navidad tiene un principio y un fin, pero no tienes que gastar toda tu energía en ella. ¿Cómo? Prioriza tus planes en Navidad. Quizá no tienes que decir “si” a todos tus planes. Tómate tiempo para descansar, para disfrutar, decide con quién te apetece estar y con quién no. Date permiso para decidir qué te apetece, no lo que deberías o los demás esperan de ti. No por más cosas que hagas, vivirás unas navidades más felices. Evita la idea de tener que descansar después de tus Navidades. Puedes estar descansado y feliz mientras las vives.
Unos consejos para lograr descansar en Navidad: come con calma y aprovecha los momentos de transición para descansar, por ejemplo, andar de un lugar a otro con calma, sin pensar en lo que tienes que hacer. Eso te permitirá vivir el momento, y te relajará.
Si consigues poner en práctica estos consejos durante tus navidades, te aseguro que conseguirás romper la rigidez y presión, y conseguir mayor felicidad y bienestar, sea la época que sea.
5 Claves para ser feliz en Navidad
Bienvenido diciembre. Ese mes controvertido que no deja indiferente a nadie. Te encanta o lo odias, pero todos tienen un sentimiento frente a diciembre. ¿Por qué?
Diciembre es un mes de muchas expectativas. Se nos ha inculcado que sea un mes familiar, de felicidad y de cero conflictos. Eso puede aliviar, pero también estresar. Parece que tenemos que hacer un paréntesis en nuestras vidas y que todo pare. Cuando en realidad, por mucho que sea diciembre, seguimos viviendo, nuestros asuntos no se paran porque nuestra vida tampoco. A veces cuesta romper esta expectativa impuesta frente a la realidad.
Hoy os dejo aquí algunos consejitos para llevar mejor la Navidad
- ¡Cada familia es un mundo, y que!
Cada familia es diferente. Aquella imagen de película americana de una familia con muchísimas personas alrededor de una mesa, todos bellísimos, sanísimos, felices, queriéndose muchísimo, sin conflictos y con una sonrisa perfecta, no es otra cosa que una película. Hay familias que son así, y otras que no lo son. Y todas tienen su magia y su amor. No hay ninguna que sea mejor que otra. El número de personas que la formen, la mayor o menos afinidad entre ellos, y otras muchas características típicas de las películas, no la hace mas o menos valida, ni mejor. Ninguna esta bien ni esta mal. Es una realidad que a veces se nos olvida por la continua exposición de imágenes sociales de como debe o no debe ser una familia. Acepta que esa es tu familia, y hay muchas familias que comparten las mismas características que la tuya.
- Siente que necesitas
En esta época de Navidad nos autoimponemos deberes y responsabilidades: cenas, quedadas, reuniones, comidas, cenas, decorar la casa…Esa imposición puede llegar a ser tan grande que se nos olvida que necesitamos. De ahí, que a veces nos sintamos frustrad@s, cansad@s e incluso enfadad@s con nosotros mismos por no ir en línea con nuestros valores y sentimientos. Si sientes que te aborda ese malestar: Para. Simplemente siente que necesitas. Si, por ejemplo, tienes que ir a ver un mercado de Navidad o una cena, pero no te apetece. Simplemente se consciente. Puede que no tengas opción y tengas que ir. Pero almenos te estarás haciendo responsable, y evitaras tener esa sensación de sentirte fatig@ sin saber por qué.
- No “debes” estar feliz
Estás en constante cambio. No eres una foto. Al igual que durante el resto de tus días, Navidad no es diferente. Hay días que estás más feliz, más energétic@ y hay días que no. Y no pasa nada. Ese es el proceso normal y común de cualquier persona. Porque las personas estamos en constante cambio. Eso significa que, si no te apetece estar content@ o estar feliz, no lo tienes porque estar. No es un deber. Ese deber puede causarte mayor frustración y que incluso sientas sentimiento de culpa: “debería sentirme feliz”, e incluso que divagues en porque no te sientes feliz. El porqué no es importante, lo importante es como. Permite sentir lo que necesites sentir, y no importa que sea verano o Navidad.
- Somos perfectamente IMPERFECTOS (y en Navidad también)
El estrés aumenta cuando queremos ser perfectos, hacer la mejor cena, comprar la mejor comida, hacer feliz a todo el mundo, hacer el mejor regalo, tener un detalle con todos, etc. Esa idea de perfección asociada a la navidad, puede causar estrés. Deja a un lado la perfección de tus deberías, las modas consumistas que solo quieren alejarte de tu felicidad y bienestar. El mejor regalo que le puedes hacer a alguien es tu tiempo. Cuando sientas esta presión piensa por un lado si es realmente una necesidad tuya o de los demás. A veces nos autoimponemos deberes que pensamos que los demás esperan de nosotros, y en realidad es nuestra imaginación. “Tengo que hacer la mejor cena”. ¿Tienes o quieres? Si logras romper esta rigidez y presión en Navidad, lograras disfrutar mucho más.
- Descansa
Si no controlamos algunos de estos efectos de estrés, angustia y nervios, las navidades pueden dejarnos agotados. La Navidad tiene un principio y un fin, pero no tienes que gastar toda tu energía en ella. ¿Cómo? Prioriza tus planes en Navidad. Quizá no tienes que decir “si” a todos tus planes. Tómate tiempo para descansar, para disfrutar, decide con quién te apetece estar y con quien no. Date permiso para decidir que te apetece, no lo que deberías o los demás esperan de ti. No por más cosas que hagas, vivirás unas navidades más felices. Evita tener que descansar después de tus Navidades. Puedes estar descansado y feliz mientras las vives. Unos consejos: come con calma y aprovecha los momentos de transición para descansar, por ejemplo, andar de un lugar a otro con calma, sin pensar en lo que tienes que hacer. Eso te permitirá vivir el momento, y te relajará.
Si consigues poner en práctica estos consejos durante tus navidades, te aseguro que conseguirás romper la rigidez y presión, y conseguir mayor felicidad y bienestar, sea la época que sea.