Cómo hacer un Detox Emocional en 5 pasos
Cómo hacer un Detox Emocional en 5 pasos
¿Qué es el detox emocional y para qué sirve?
Todos hemos oído hablar alguna vez de limpieza corporal y de una vida detox. Por ejemplo, una bebida, una infusión, una dieta especifica, incluso crema para el cuerpo. No nos olvidemos que nuestro cuerpo también se alimenta de nuestras emociones. Nuestro día a día esta cargado de eventos que nos pueden hacer daño y que nos agotan. Cuando se acumulan puede hacer que nos pongamos enfermos, que estemos cansados, es decir, que afecte a nuestro bienestar.
El detox emocional significa desintoxicarnos de nuestras emociones. Específicamente, es una práctica para purificar emociones no digeridas o sobre procesadas. De esta forma, nos devuelven a nuestro estado natural de bienestar y alegría.
¿Por qué y cuándo debería hacerlo?
Esta comprobado científicamente como las emociones pueden cambiar la biológica de nuestras células. Los trabajos de la Dr.Candace Pert muestran como las emociones negativas envían señales a nuestras células que interrumpen la regeneración celular.
Cuando sufrimos emociones negativas, nuestro cuerpo nos dará señales corporales. Por ejemplo, sentir presión en el pecho, dolor en el estómago, problemas al dormir. Si los ignoras, tu cuerpo tendrá que trabajar extra para ponerles una solución (si lo consigue). No hay que olvidar que esas señales nos la envía nuestro cuerpo para ayudarnos. Para que nos pongamos manos a la obra y solucionemos el problema. Por tanto, cuando sintamos estas señales que nos envía nuestro cuerpo, es el mejor momento para poner en marcha el detox emocional. Dicho detox nos sirve para ayudar a nuestro cuerpo y a nuestra mente, de librarnos de esos residuos negativos que dejan las emociones.
¿Cómo hago un detox emocional?
- Date cuenta
Es necesario que sientes como estás, que necesites, tanto si te gusta como si. Todas nuestras emociones están ahí por una razón. La vida tiene altos y tiene bajos, y los tenemos que aceptar. No pasa nada por a veces sentirnos más tristes, indecisos o agobiados. Es lo que hace que la vida sea VIDA. Todos, absolutamente todos, pasamos por momentos mejores y peores. Darse cuenta de cómo nos sentimos nos ayudará a aceptarlo y a no ignorarlo.
- Identifica tus emociones
Identifica cómo te sientes, y si es posible ponle una etiqueta. Por ejemplo, cansada, feliz, etc. Recuerdo que es un momento de sinceridad contigo. No se lo estás diciendo a nadie. Nada esta bien y nada está mal. Es como tiene que ser. No te fuerces a estar bien, y no te fuerces a estar mal. Si identificas tus emociones será muy fácil lidiar con ellas. Si te autoengañas no podremos avanzar.
- Exterioriza tus emociones
A veces reprimimos las emociones, eso nos puede causar muchas tensiones internas y externas, por ejemplo, tensión y dolor en el cuello. Si no sabes bien como exteriorizarla, empieza a familizarte con esa emoción. Señala en que parte del cuerpo te duele, descríbete que sientes (me siento frustrada), puedes colocar tus manos en aquella parte que te duele, puedes quedarte con los ojos cerrados sintiendo esa emoción y poco a poco dejarte llevar, ¿que te apetece hacer? No te juzgues. Nada esta bien, ni nada esta mal.
- No a la autoexigencia
No hemos nacido para ser perfectos, sino para ser felices. Trátate bien y con amor. La auto exigencia es, en muchos casos, la razón por la que nos sentimos estresados y ansiosos. No es cierto que sino te autoexiges, no conseguirás tus metas. Tus metas se pueden conseguir igual si te tratas bien, porque, de hecho, irás fortaleciendo tu autoestima y tendrás más ganas de avanzar. Evalúa de forma realista tus objetivos y proyectos, y elimina la palabra “PERO” de tu vocabulario. El “pero” antepone lo negativo a lo positivo.
- Identifica las personas y situaciones negativas
Identifica cuales son las personas o situaciones que no te hacen bien. Para poder poner alguna solución, tendrás que identificarlas antes. Una vez las tengas identificadas, intenta poner un remedio. Por ejemplo, si no te llevas bien con tu jefe. ¿cómo te gustaría que la relación fuera? ¿puedes hacer algo para arreglarla? Pregúntate que está en tu mano para arreglar esa situación. A veces la podemos cambiar, o a veces la tenemos que aceptar. Siempre, piensa que es por tu bien. ¿qué necesitas tú?
Recuerda: mereces cuidar de ti. El cuerpo que tienes, es el único lugar dónde vivirás siempre.
¿Qué es el detox emocional y para qué sirve?
Todos hemos oído hablar alguna vez de limpieza corporal y de una vida detox. Por ejemplo, una bebida, una infusión, una dieta especifica, incluso crema para el cuerpo. No nos olvidemos que nuestro cuerpo también se alimenta de nuestras emociones. Nuestro día a día esta cargado de eventos que nos pueden hacer daño y que nos agotan. Cuando se acumulan puede hacer que nos pongamos enfermos, que estemos cansados, es decir, que afecte a nuestro bienestar.
El detox emocional significa desintoxicarnos de nuestras emociones. Específicamente, es una práctica para purificar emociones no digeridas o sobre procesadas. De esta forma, nos devuelven a nuestro estado natural de bienestar y alegría.
¿Por qué y cuándo debería hacerlo?
Esta comprobado científicamente como las emociones pueden cambiar la biológica de nuestras células. Los trabajos de la Dr.Candace Pert muestran como las emociones negativas envían señales a nuestras células que interrumpen la regeneración celular.
Cuando sufrimos emociones negativas, nuestro cuerpo nos dará señales corporales. Por ejemplo, sentir presión en el pecho, dolor en el estómago, problemas al dormir. Si los ignoras, tu cuerpo tendrá que trabajar extra para ponerles una solución (si lo consigue). No hay que olvidar que esas señales nos la envía nuestro cuerpo para ayudarnos. Para que nos pongamos manos a la obra y solucionemos el problema. Por tanto, cuando sintamos estas señales que nos envía nuestro cuerpo, es el mejor momento para poner en marcha el detox emocional. Dicho detox nos sirve para ayudar a nuestro cuerpo y a nuestra mente, de librarnos de esos residuos negativos que dejan las emociones.
¿Cómo hago un detox emocional?
- Date cuenta
Es necesario que sientes como estás, que necesites, tanto si te gusta como si. Todas nuestras emociones están ahí por una razón. La vida tiene altos y tiene bajos, y los tenemos que aceptar. No pasa nada por a veces sentirnos más tristes, indecisos o agobiados. Es lo que hace que la vida sea VIDA. Todos, absolutamente todos, pasamos por momentos mejores y peores. Darse cuenta de cómo nos sentimos nos ayudará a aceptarlo y a no ignorarlo.
- Identifica tus emociones
Identifica cómo te sientes, y si es posible ponle una etiqueta. Por ejemplo, cansada, feliz, etc. Recuerdo que es un momento de sinceridad contigo. No se lo estás diciendo a nadie. Nada esta bien y nada está mal. Es como tiene que ser. No te fuerces a estar bien, y no te fuerces a estar mal. Si identificas tus emociones será muy fácil lidiar con ellas. Si te autoengañas no podremos avanzar.
- Exterioriza tus emociones
A veces reprimimos las emociones, eso nos puede causar muchas tensiones internas y externas, por ejemplo, tensión y dolor en el cuello. Si no sabes bien como exteriorizarla, empieza a familizarte con esa emoción. Señala en que parte del cuerpo te duele, descríbete que sientes (me siento frustrada), puedes colocar tus manos en aquella parte que te duele, puedes quedarte con los ojos cerrados sintiendo esa emoción y poco a poco dejarte llevar, ¿que te apetece hacer? No te juzgues. Nada esta bien, ni nada esta mal.
- No a la autoexigencia
No hemos nacido para ser perfectos, sino para ser felices. Trátate bien y con amor. La auto exigencia es, en muchos casos, la razón por la que nos sentimos estresados y ansiosos. No es cierto que sino te autoexiges, no conseguirás tus metas. Tus metas se pueden conseguir igual si te tratas bien, porque, de hecho, irás fortaleciendo tu autoestima y tendrás más ganas de avanzar. Evalúa de forma realista tus objetivos y proyectos, y elimina la palabra “PERO” de tu vocabulario. El “pero” antepone lo negativo a lo positivo.
- Identifica las personas y situaciones negativas
Identifica cuales son las personas o situaciones que no te hacen bien. Para poder poner alguna solución, tendrás que identificarlas antes. Una vez las tengas identificadas, intenta poner un remedio. Por ejemplo, si no te llevas bien con tu jefe. ¿cómo te gustaría que la relación fuera? ¿puedes hacer algo para arreglarla? Pregúntate que está en tu mano para arreglar esa situación. A veces la podemos cambiar, o a veces la tenemos que aceptar. Siempre, piensa que es por tu bien. ¿qué necesitas tú?
Recuerda: mereces cuidar de ti. El cuerpo que tienes, es el único lugar dónde vivirás siempre.