INTUICIÓN Y NEUROCIENCIA

 

Todos hemos vivido alguna experiencia que no sabemos porqué, ni hay una razón lógica para ello, pero algo dentro de nosotros nos da una respuesta. Por ejemplo, confiar en alguien con poco tiempo de haberlo conocido o bien todo lo contrario. Esa es la intuición. Nuestra habilidad para saber las respuestas de forma rápida e inconsciente. La intuición es una forma de pensar, porque a través de ella también procesamos la información, aunque de una manera más rápida.

La intuición tiene una razón de ser biológica y evolutiva. El ser humano tiene dos sistemas de procesar la información. Por un lado, estaría el sistema rápido, el intuitivo. Por ejemplo, si tenemos que tomar una respuesta rápida al ser atacados por un animal, si tenemos que elegir entre dos caminos a seguir. Por tanto, la intuición nos ayuda a tomar decisiones, y es muy eficaz cuando no hay tiempo para reaccionar o pensar sobre ellas. Por otro lado, el pensamiento analítico y consciente. Como, por ejemplo, hacer una lista de ventajas y desventajas ante una situación o decisión

La neurociencia ha encontrado una relación entre intuición y respuesta cerebral. 

En un estudio de investigación se demostró que una de las regiones involucradas en la intuición es el núcleo caudado.
El núcleo caudado forma parte de los ganglios basales. Esta región esta relacionada con la ejecución de hábitos, y recibe información de la corteza. Esto es importante porque la corteza, al contrario que los ganglios basales, esta especializada en el análisis consciente de una situación nueva como familiar. Es decir, los ganglios basales se focalizan en experiencias altamente especializadas, que no necesitan de un análisis consciente. En cambio, el córtex se especializa en aquellas que necesitan un análisis consciente. Ambas regiones se comunican creando un bucle de información. Por eso, con la práctica de habilidades somos mejores, más rápidos y podemos realizar tareas sin pensar mucho. Las tenemos automatizadas. Lo que el estudio demuestra es que, a través de vivir experiencias, vamos creando nuevos caminos cerebrales, nuevas conexiones, y eso nos ayuda a nuestro desarrollo y pensamiento cognitivo, y también al pensamiento rápido y automático y, por tanto, a la intuición.

 

La importancia de escuchar a la intuición

Los humanos hemos nacido con un set de estrategias para poder sobrevivir. La intuición no es un proceso mágico, sino que tiene una función adaptativa para nuestro día a día, por lo que debemos escucharlaLa intuición es un procesamiento de la información que realiza nuestro cerebro. Nuestra mente y cerebro están conectado con nuestro cuerpo. Por ello, nuestro cuerpo muchas veces nos da señales sobre como actuar en diferentes situaciones (ej., sudoración, palpitaciones cardiacas). De hecho, en un estudio realizado en Reino Unido demostraron que aquellos participantes de un juego de mesa que mejoraban e incluso ganaban, eran aquellos que escuchaban a su ritmo cardiaco.

Constantemente recibimos señales a nivel corporal que nos pueden ayudar a seguir nuestra intuiciónpero a veces tenemos falta de práctica en escucharlas. De hecho, en nuestra sociedad tendemos a silenciarla por creerla “no racional u objetiva” sin valorar su gran poder. Hay diferentes técnicas, como la meditación, que nos pueden enseñar a aprender a escuchar esos conocimientos intuitivos.

~Escúchate~

 

 

 

Referencias

Dunn, B. D., Galton, H. C., Morgan, R., Evans, D., Oliver, C., Meyer, M., … & Dalgleish, T. (2010). Listening to your heart: How interoception shapes emotion experience and intuitive decision making. Psychological science, 21(12), 1835-1844.

Wan, X., Takano, D., Asamizuya, T., Suzuki, C., Ueno, K., Cheng, K., … & Tanaka, K. (2012). Developing intuition: neural correlates of cognitive-skill learning in caudate nucleus. Journal of Neuroscience, 32(48), 17492-17501.